ASOCIACION DEAMIGOS DE LA TARACEA Y MARQUETERIA: 2016

miércoles, 28 de diciembre de 2016

David Roentgen's Automaton of Queen Marie Antoinette, The Dulcimer Playe...

LA palabra Taracea

http://palabraria.blogspot.com.es/2013/08/taracear-taracea.html

"El Instructor, o repertorio de Historia, Bellas Letras y Artes". Su octavo volumen, publicado en Londres en el año 1841, incluye un amplio artículo sobre la taracea y al mosaico. Entre otras cosas, dice:

"La palabra embutido, familiar a todos los que tienen el menor conocimiento del ramo de ebanistería, suministra una idea general del significado de las voces taracea y mosaico. La primera puede ser considerada como el nombre genérico de una clase de obra de de la cual constituye el mosaico una de las divisiones. Empezaremos pues a hablar de aquella.
Llámase taracea la reunión de un gran número de piezas de madera de diferentes colores, que se aplican en láminas delgadas sobre una base común a ellas, o tomada en sentido más general, es una combinación de pequeños trozos de madera, cristal, piedras preciosas, esmalte, etc., colocadas de modo que juntas formen una pintura. Actualmente empleamos la voz en su significado anterior o concreto, tal como lo indica la palabra embutido.
Los romanos y otras naciones antiguas parecen haber practicado hasta cierto punto el arte de la taracea; pero en Italia durante los siglos quince y diez y seis, fue donde adquirió el mayor grado de perfección que ha presentado aun. Hasta entonces las taraceas eran solo combinaciones de maderas blancas y negras; pero Juan de Verona tiñó las que empleaba, y por medio de este artificio pudo representar al natural varios objetos. Sus sucesores disfrutaron la ventaja de poder emplear algunas de las bellas maderas de diferentes colores que produce la América, y perfeccionaron también la invención de teñir la madera, adoptando un modo de quemarla o tostarla sin consumirla, con lo cual lograban representar las sombras.
Durante el reinado de Luis XIV llevaron los franceses el arte de taracear a un alto grado de perfección en todo género de muebles. Boule, un ebanista de aquel tiempo, inventó el modo de embutir ébano con pequeños filamentos de cobre, por cuyo medio producía una infinita variedad de dibujos. El capricho y mudanzas de la moda han hecho obsoletas las producciones de Boule, pero los inteligentes las buscan aun y aprecian debidamente. Los taraceistas solían teñir de varios colores las planchas o láminas delgadas de madera, logrando así producir una gran variedad de efectos. Un ebanista alemán llamado David Roetgen ha reanimado últimamente el arte de la taracería.
La práctica del embutido no es en realidad otra cosa que una especie muy delicada de chapeado. La base es de roble o pino perfectamente curado a fin de que no se alabee. Las maderas que han de usarse para el embutido se asierran en láminas muy delgadas, tiñéndolas o preparándolas luego con arreglo a la obra que haya de ejecutarse. Sobre estas láminas se traza entonces el dibujo, el cual es después recortado con una sierra muy fina, siguiendo escrupulosamente los contornos. Esta parte de la obra es muy delicada. Por el método ordinario las planchas de madera se sujetan verticalmente con tornillos, cortando luego a mano con una sierra horizontal; pero hay una máquina muy ingeniosa, inventada por un ingeniero alemán residente en Londres (Mr. Holtzapfel) en la cual dichas láminas descansan de plano sobre una mesa, y el dibujo es recortado con mucha rapidez y precisión por medio de una sierra delicada que mueve el mecanismo en posición vertical. Después de recortadas las piezas, sea cualquiera el modo por el cual se efectúa, se las fija con buena cola y en su posición respectiva sobre el tablero que sirve de fondo o base, prensándolas luego hasta que están perfectamente secas. Resta solo pulimentar el embutido según el uso que haya de hacerse de él."